El gesto de verter unas gotas de zumo de limón sobre el té verde tiene más consecuencias positivas de lo que imaginábamos, según acaba de demostrar un estudio de la Universidad de Purdue. El cítrico aumenta la cantidad de antioxidantes del té (catequinas) que es capaz de absorber nuestro organismo. Estas sustancias tienen numerosos efectos positivos: reduce los niveles de colesterol, evita la formación de trombos, estimula las defensas naturales y es anticancerígeno.
jueves, 16 de octubre de 2008
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