De nuevo amigos, quiero que seáis testigos de este mundo de la soldadura que iliplense vive en Vigo. Es gratificante el dar vida mediante la soldadura a un buque, remolcador o barco. Dejar huella iliplense en barcos que recorren el mundo y gente de todo el mundo que serán testigo de dicha huella. Algunas huellas se verán, porque están en el exterior y son significativas, otras no, porque son penetraciones que son visibles dentro de un tanque que nadie observará. De una manera o de otra es bonita la soldadura, jugar con la fusión metálica, la tensión y el voltaje, para que la armonía fluya junto a los movimientos de las manos. Hasta otra amigos, gracias por estar ahí.
jueves, 10 de abril de 2008
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